diciembre 29, 2013

Y la realmente extraña paradoja.

¡Ayer fue el día de los inocentes! Bueno... no me di ni cuenta. Qué día más ridículo, recuerdo cuando era chico, con un amigo le hicimos una broma muy pesada a su prima y ella terminó llorando. Luego de eso nunca más me atreví a hacer una broma para ese día (y supongo que ese es mi karma).


Como sea, no abrí esta nueva pestaña para hablar sobre ello. Vengo a hablar del episodio de hoy que se titula "Y la realmente extraña paradoja". El que sepa qué serie tiene ese tipo de títulos en sus capítulos se gana un Nada (véase al fondo de la publicación). El caso es que estuve pensando estos días (sí, dolió pero sirvió) y llegué a varias conclusiones sobre bastantes cosas todo gracias a que en estos días el Leo me ha ido presentando a varias de sus amistades de la U, les ha contado y le han preguntado sobre mi. Debo reconocer que me dio un poco de nervios todo eso, sobre todo ese día cuando bajó a buscarme y me dijo que su amiga le estaba haciendo un interrogatorio sobre mi. Eso siempre me ha parecido gracioso, pero por un extraño motivo me dieron unos pocos nervios locos de esos que rara vez me dan por ese tipo de situaciones. 
¿Por qué? La verdad es que no tengo idea, pero debe ser porque nos hemos estado viendo seguido y primero me ha presentado a sus amigas de la universidad que por casualidad en una salida han estado o qué se yo. Y mis nervios son por... porque sí. Porque se está tomando las cosas en serio y observando todo lo que me ha contado significa que está pensando de otra manera, quizá. Yo mismo, la verdad, es que he estado observando el hecho de que me haya gustado Leandro, que haya decidido ponerme los pantalones y salir con él, tomar iniciativas e intentar ayudarlo en lo posible con lo que necesite, significa un gran cambio en mi manera de pensar. Es que no solo ocurre en esta faceta, si no que también ocurre en varios aspectos de mi vida, lo cual se convierte en una paradoja porque por un lado estoy un poco nervioso con todo lo que está pasando y sinceramente, estoy un poco asustado (o más bien ansioso), PERO por otra parte estoy contento y agradecido de haber desarrollado esas acciones y de que en este momento alguien esté correspondiendo mi forma de ser y me esté aceptando con todo lo que eso incluye. Creo que por eso se me hace tan fácil quererlo, porque vengo traumado... Pero eso que mejor quede para otra entrada.

¡MAÑANA ME VOY A VALPARAÍSO A PASAR EL AÑO NUEVO!
Si alguien va a pasar el día para allá entre mañana y el 4 de enero, avise para coordinar algo.

Y ahora:
¡NADA!


Felices fiestas de año nuevo,
¡no sé si escriba en estos dos días que quedan!

No hay comentarios:

Publicar un comentario